Soy artista

Tengo mucho tiempo libre. Tengo una mente volátil y una vergüenza mínima. Tengo cara de intelectualoide y anteojos de colores. Tengo barba de tres días, y una marca de nacimiento en la nariz. Tengo un departamento para mí solo, en el suelo del cual desplego un lienzo. Tengo un tarro de pintura lleno, lo abro y lo derramo sobre el lienzo.
Tengo un cóctel altamente inflamable de complejo de inferioridad con síndrome narcicista. Tengo un manager que sale de casa a las 10 de la mañana, y vuelve a las 12 con un trato para vender la porquería que hago, y los 15 gramos de coca que le pedí. Tengo alguna historia tormentosa -inventada, probablemente- que contar. Tengo dinero que conseguí lamiendo culos y estafando a los pobres snobs que frecuentan las galerías y las subastas de arte. Tengo eso, y mucho más. Y por eso que tengo, soy artista.